Las ciencias desarrollan metodologías con bases en objetos reales, estas son rigurosas, deterministas y algunas se rigen por reglas. Por lo mismo no contienen una flexibilidad a medida que van ocurriendo hechos tan diversos como los que ocurren en la realidad social contemporánea.
Las ciencias tienen un cuerpo real y otro formal (objeto-sujeto), el real existe en nuestro entorno y el formal emerge desde la base de lo múltiple y crea reglas únicas que son invariables, estas son las llamadas teorías metodológicas y analizan variables casos mediante un método común que alberga a todos ellos. Del mismo modo que el objeto de estudio de un biólogo es la vida, son todos los organismos vivos que comprenden en ella, los recoge en formas comunes y los plantea como reglas. Las ciencias biológicas plantean métodos y teorías para clasificar y discriminar objetos que están inmersos en lo real y a partir de ello crean metodologías para tratar diversos casos.
Las ciencias sociales realizan un estudio sobre las interacciones sociales y el desenvolvimiento de los sujetos en un ambiente especifico, un ambiente social donde se forman hechos concretos de la realidad. No obstante, dentro de las ciencias sociales respecto de otras ciencias existe una dificultad, porque las ciencias formales (matemáticas, lógica, física) poseen un objeto especifico de estudio, en cambio las ciencias sociales carecen de un objeto preciso de estudio, lo que se transforma en un problema de gran envergadura a la hora de crear una forma de estudio si no poseemos un objeto concreto y claro de análisis. Por eso resulta tan difícil encontrar un objeto único en las ciencias sociales, y más aun en el trabajo social.
En el trabajo social es aquella disciplina que trabaja la materia social para conocerla y transformarla. Sin embargo, a través de la historia del trabajo social se ha ido modificando la concepción y división del objeto. Es decir no solo están condicionados a planteamientos científicos o metodológicos uniformes sino que además existen cambios que se traducen en coherencias con los hechos históricos determinados. Del mismo modo no es lo mismo hablar del enfoque y acción logrado por Mary Richmond que hablar del trabajo social contemporáneo.
Los primeros indicios del trabajo social fueron planteados por Mary Richmond en el año 1917 postulando la existencia de una dualidad en la interacción de esta disciplina, tanto por su análisis de interacción entre pares como por las múltiples carencias sufridas en el orden social de los individuos en su tiempo. Lo que propone la autora es una asistencia de orden caritativa-asistencialista donde el individuo no posee las herramientas suficientes para superar su situación, por lo que la asistente social debe concientizar moral y económicamente al individuo para que se adapte al orden establecido.
Lo que se plantea posteriormente (década del 70) es que todos los problemas tienen su origen en el orden social, y por este mismo motivo queda obsoleta la teoría de la idea que las necesidades y problemáticas nacen a partir de una patología individualizada. Se somete a critica la concepción cristiana-asistencialista del trabajo social (donde se enfatiza que el individuo posee falencias de índole moral y de carácter que se le atribuye la miseria y los problemas a los individuos solo bajo parámetros morales) por una que enmarca el problema de la pobreza, carencia y necesidades a partir de las fallas legislativas de orden político y económico, es decir el sujeto vive en una situación de miseria porque tiene falencias de índole social, político y cultural.
No obstante, en la década de los 70 existieron nuevas voces que sometieron a discusión el planteamiento profesional asistencialista planteado por Mary Richmond, señalando que uno de sus problemas mas medulares había sido la incapacidad de realizar un análisis sobre el objeto mismo, producto de aquello se le obstaculizaba alcanzar la cientificidad al trabajo social, lo cual se convierte en una limitación importante para avanzar en la discusión sobre la metodología.
Se intenta quebrantar con la concepción sujeto-objeto del paradigma positivista-asistencialista, por uno que ponga en cuestionamiento la teorización que ejerce el trabajo social hasta ese entonces, planteando que resulta irrisorio generar teorías que enriquezca la teoría si aun no se entiende con claridad la práctica y el tipo de objeto que se debe abordar.
Según postulados de Boris Lima plantea “cuando el trabajo social se preocupa por conocer las cuestiones esenciales de los fenómenos o problemas que se le ofrecen como objeto de estudio y de intervención. Es decir, cuando inicio el camino al interior de los fenómenos para encontrar en ellos la naturaleza contradictoria y sustancial que los explica”. La reflexión del señor Lima nos entrega 3 formulaciones del trabajo social reconceptualizador dignas de destacar:
1.- las problemáticas sociales tienen una connotación de fenómenos lo que se producen al interior de la sociedad y no fuera del idealismo social y moral hasta ese entonces enfocado principalmente por la oligarquía, lo que significa un cambio radical en la concepción del objeto de estudio, ya no desde una perspectiva individualizada y moralizadora, sino a través de un acercamiento “sociológico” de la realidad, interpretándola a partir de los cambios, formas o mutaciones que se presentan a través de la sociedades modernas;
2.- El objeto de estudio debe ser intervenido práctica y analíticamente para explicar los hechos ocurridos que suceden en el núcleo de la interacción social. Tiene una relación de temporalidad, es decir para eventualmente cambiar el presente negativo debo generar instancias transformadoras para el individuo (no de manera paliativa o momentánea) a través de la practica se trabaja en conjunto con el individuo vulnerable para modificar su situación social y posiblemente mejorar el futuro, y finalmente
3.- De acuerdo con el contexto histórico y las múltiples influencias que tuvo la teoría marxista-socialista y la dialéctica histórica en la década del 70 en Latinoamérica se puede concluir que el autor enfatiza en la búsqueda de la naturaleza contradictoria y sustancial de los fenómenos reales para explicar la dialéctica materialista que se demuestra como una respuesta para resolver las problemáticas sociales existentes.
El trabajo social como disciplina estudia el objeto a través del curso de acción en el que se desenvuelve la materia estudiada, para eventualmente lograr una transformación de tipo social. Frente a los objetos, el trabajo social se va vertiendo con capas o categorías cada vez más complejas y lo mismos hacen ser al objeto más específico y determinado. Mediante la lógica de los mas general a lo mas particular se va complejizando la acción profesional para solucionar las problemáticas sociales. Desde ahí se incursiona en un nuevo método que intenta plantear una nueva lógica de accionar para que el propio objeto se convierta también en un sujeto de acción.
Sin embargo al interior de la comunidad intelectual del trabajo social en la época reconceptualizadora hubieron voces criticas a la construcción y propuestas metodológicas de aquel entonces, indicando que la reconceptualización enfatizaba demasiado en la teoría marxista dialéctico e histórica de orden mecanicista, dejando de lado los estudios epistemológicos de la profesión, lo que resultaba perjudicial a la hora de abordar la profesión bajo parámetros científicos. En la actualidad la epistemología se encarga del análisis crítico de las ciencias como saber formal. Las ciencias nos entregan las herramientas necesarias para la elaboración de métodos y metodologías al estudio y teorización de las ciencias sociales. Por ello resulta trascendental enfatizar en este tipo de temáticas al interior del trabajo social para avalarlas como profesión, porque en el caso que no existiese la epistemología como materia de estudio del trabajo social, esta disciplina solamente tendría una connotación tecnicista lo que nos desplazaría a la categoría de técnica.
Según la propuesta de Celats en la década de los 80 replantea el paradigma respecto del objeto, señalando que el trabajo social más que poseer un objeto de análisis y de estudio, posee un objeto de intervención social y que este mismo mediante la mediación provoca un modo de conocimiento que genera nuevas experiencias. Es la capacidad que tiene el profesional de distinguir y discriminar los aspectos mas susceptibles de las necesidades y problemáticas sociales.
Objeto de estudio:
Se realizara un ejemplo sobre violencia intrafamiliar donde se analizarán las problemáticas a través de la familia, del individuo y eventualmente diagnosticar sobre la problemática.
Problema social: Violencia intrafamiliar
Objeto de estudio: niños maltratados al interior del hogar
Criterio histórico: se investigara el pasado familiar sobre esta problemática.
• Puede ser hijo de padres maltratados durante la niñez
• Se puede relacionar con pautas de machismo y autoritarismo
• Débil fortificación familiar (familia disgregadas)
• Compuesto solamente por los padres o una madre (familia unitaria)
• Condiciones de pobreza generacionales (transmitidas de padres a hijos)
• Problemas de alcoholismo o drogadicción al interior del hogar
El niño no vive con sus padres, sino con algún pariente en segundo grado, abuelos o alguna persona sin ningún vínculo sanguíneo.
Criterio Empírico: por medio de la observación y estudio prolongado del caso a través del tiempo se pueden comprobar los siguientes hechos:
• El niño en la escuela se comporta de manera agresiva golpeando a sus compañeros.
• Tiene mal rendimiento escolar, problemas de aprendizaje
• Diagnósticos psicológicos postulan que el niño tiene conductas agresivas y contradictorias para su edad
• Exámenes médicos comprobarían la presencia o indicios de abuso sexual al niño-a
• Se observan la presencia de moretones en el cuerpo del niño o marcas físicas de cualquier tipo
• Dificultad para interactuar con sus pares(niños sobre introvertidos)
Diagnostico de Caso:
El niño Tiene dificultades cognitivas o psicológicas porque sufre violencia intrafamiliar de índole:
• Física
• Psicológica
• Psico-biológico y cultural
• Incapacidad para establecer relaciones afectivas tanto en su vinculo familiar inmediato, como su entorno social concordante a su edad (en este caso la escuela)
domingo, 1 de noviembre de 2009
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